Hombre, ¿Cuanto pesa tu alma?
Sobre el dolor, dioses egipcios, el mes de la salud mental para los hombres y sonreír
Los lapsos donde quiero hacer algo pero alguna cosa dentro de mi toma un poder (o más bien se lo doy) para terminar no haciendo nada.
Y no solo eso, buscar hacer algo que me hace sentir bien en ese momento pero que se no es algo que me acerque a estar más conectado conmigo. Me desconecta, yo me desconecto de mi en esos momentos y en esas acciones.
El hecho de desconectar, la acción de desconexión, es el poder que nos controla por dentro. Soy yo evitando ver algo que esta ahí, llamándome, pidiendo atención. Soy yo negándome eso que me pido y dándome sedantes en forma de mil cosas ya vividas.
Soy yo corriendo de mi.
"Siempre hay que sospechar que los problemas que siguen siendo persistentemente insolubles son preguntas formuladas de forma equivocada" — Alan Watts
Cuando el mundo (mi cabeza) esta inestable, tanto todo lo que acepto y reconozco como real, tanto todo lo que no hago y entiendo como mentira, todo se siente como un engaño, un veneno que va afectando mis ganas de vivir, mi impulso por crear, mi fuerza vital, mi derecho como humano, como hombre.
Mi alma comienza a sentirse más pesada. Yo hago que se sienta más pesada poniendo sobre ella cargas que no le corresponden, peso que no es mio para cargar pero que mi mente creo de la nada. Como un mago, un alquimista transmutando plomo del aire.
Soy todo lo que creo y todo lo que no hago por temor. Soy mis acciones y mi falta de ellas. Soy mis creencias y lo que considero como irreal e imposible.
Soy consiente de esto, pero... ¿Soy consiente realmente?
Cuando siento esa pesadez que cargo muchas veces sin saber que es (y sabiendo que es mi mente poniendo peso a mi cuerpo para no moverse, para quedarse donde y como esta, con lo que sabe y conoce). En el dolor de lo usual y lo conocido.
Cuando siento esta pesadez autoinfligida recuerdo el mito de Thoth, el dios egipcio de la sabiduría, la magia, los muertos y, relevante a lo que escribo, del juicio. Este mismo juicio es el que yo dirijo hacia mi, hacia la pasividad que mi mente le dicta a mi cuerpo, hacia el dolor que esto le provoca a mi alma.
Este dolor se mezcla con la tristeza y a veces desesperanza de querer pero no poder, de poder pero no querer. En este ciclo es donde el juicio nace y se hace perpetuo. Aquí es donde el dios egipcio con cabeza de Ibis se encarga de tomar el papel que el (o el universo) eligió.
¿Cuanto pesa un alma?, ¿Qué tan pesada es la que llevo conmigo?
"El alma se tiñe con el color de sus pensamientos." — Marco Aurelio
La tristeza, la depresión, la incertidumbre que aveces recorren mi cuerpo hacen sentir al alma un poco más pesada con cada pensamiento así. Si pienso y entiendo todo de una manera dual, entonces entiendo que mi alma se aligera al sentir amor, alegría, al reír y compartirlo esto con otros.
Thoth porta un pincel y una tabla donde anota los actos, palabras y pensamientos de los que están siendo juzgados al terminar su vida en esa etapa. Su papel es el de saber cuanto pesa esa alma, ese corazón con todo lo vivido en esa vida.
525,000 al año, 10,000 a la semana, 1,400 cada día. Estos pueden ser números sin contexto, pero todo cambia cuando sabemos que son la cantidad de hombres que deciden terminar su propia vida. El mes de junio es el mes de la salud mental para nosotros los hombres.
Un mes, una semana, un año, una vida. Nuestra mente es nuestra toda nuestra vida. Si estas leyendo esto, que sepas que he estado en tu lugar y se que tu en el mio.
Deseo para todos que al momento de preguntarnos "¿Cuanto pesa mi alma?", la respuesta sea tan sencilla y se sienta tan ligera que a Thoth no le haga falta escribir nada en su tabla. Que esto se vuelva un mito común para todos nosotros y no una afrenta a los dioses (sean quienes sean).
Un abrazo y paz para todos.